sábado, enero 31, 2009

Sobreexplotando a los personajes.

En mi anterior artículo “Vendiendo humo” comentaba que en la actualidad las grandes editoriales de cómic yankis sobreviven a base de mega-eventos que supuestamente provocarán grandes cambios en sus héroes, pero que al final terminan siendo un grandísimo bluff que nada cambia, pues nos dejan a los personajes tal y como estaban, tal y como los conocimos y tal y como los conoceremos. Esto se debe a que muchos superhéroes han dejado de ser personajes de cómic para pasar a ser simples imágenes de marca. En la actualidad el statu quo ha de preservarse a toda costa para que las editoriales puedan seguir explotando la gallina de los huevos de oro y seguir sacando tajada del Superman de turno otros 60 años más. Y es que en el momento en que un personaje se vuelve un icono, sus historias ya no importan y lo único que cuenta es la sobreexplotación de la marca al máximo, a base de mercadotecnia de todo pelaje, con la que sacarle todos los cuartos que se puedan al sufrido fan: muñequitos, juguetes, tazas, pines, chapas, cromos, camisetas, videojuegos, mochilas y cualquier otro producto imaginable susceptible de poder ser vendido en los estantes de unos grandes almacenes...

Esta sobreexplotación acaba llevándonos a los extremos de la bastardización. Para preservar incólume el aspecto del personaje original, mientras los publicistas de turno nos venden la moto de lo “nuevo”, las editoriales no dudan en sacarse de la chistera toda permutación y alteración posible del producto original. En esto los de la Marvel son expertos, pues ya nos han colado todo tipo de variantes de sus personajes de marca: versiones futuras, versiones de dimensiones alternativas, versiones femeninas, versiones robot, versiones zombi y (si nada lo remedia) muy pronto también tendremos las versiones simiescas. El colmo y el extremo llegan cuando se acaba recurriendo a la infantilización para poder incrementar ventas.


Sabemos que la cosa ya ha tocado fondo cuando a los personajes de turno se le ponen un par de pañales para que resulten “más graciosos”: muppet babies, bebes disney, los pequeños picapiedra, los tiny toons o un cachorro llamado Scooby-Doo son solo unos cuantos ejemplos... y los héroes Marvel tampoco se han salvado de pasar por tal ignominia.

Pero esto es ya el acabose. Esto es lo máximo de lo peor. Ya no se les puede travestir más en nombre del merchandising... ¿verdad?




¡Pues nos equivocamos de pleno a pleno!¡Sí que se les puede travestir más!¡Súper pequeños poni!¡Princesas Marvel!¡Marvel sirenas!¡El horror!¡El horror!

Vale, en principio aclarar que estas imágenes de aquí arriba son de coña y todo pretende ser una sátira con mucha mala leche, pero es que al paso que vamos no duden en que estos monstruitos acabarán por ver la luz...


¡Todo sea por la pasta!

viernes, enero 30, 2009

Vendiendo humo.

Cuando comencé con este blog haya por el lejano 2005, tenía en mente que fuera un blog donde dar rienda suelta a todas las frikadas que me gustan y, entre otras cosas, pretendía hablar principalmente sobre los cómics de superhéroes que colecciono y leo (por esa razón lo primero que hice nada más empezar con el blog fue apuntarme a la lista de tebelogs). El caso es que ya estamos a principios de 2009 y pegándole un repaso retrospectivo veo que prácticamente no he hablado nada de nada de cómics. ¿La razón? Los cómics de superhéroes cada vez me aburren más y más. Y la razón de que me aburran tanto es que los cómics de superhéroes ya no cuentan nada. Solo sirven para vender humo. Anuncian mega-crossovers definitivos del copón que van a cambiarlo todo y que al final resulta que no cambia nada de nada. El mejor ejemplo lo tenemos en DC con sus crisis eternas que no llevan a ninguna parte. Y como muestra de lo dicho recomiendo leer la entrada de ayer de Un tebeo con otro nombre acerca de las últimas requetecrisis. En los comments se puede leer cosas como: “no me extraña que Marvel se esté comiendo con patatas a DC en cuestión de ventas. DC solo sirve para vender humo”. ¡Pero es que Marvel está igual! Lo de la Invasión Secreta es pura humareda y me esta dando tanta pereza que creo que al final voy a pasar de comprarla. Y el mega evento mutante del milenio que anunciaban a bombo y platillo (Especies en Peligro/Complejo de Mesías) al final se nos ha quedado en nada. Una especie de remake de “la Canción del Verdugo” y gracias. Sí, vale, al profe- X le han pegado un tiro. ¿Y qué? Y sí, vale, la patrulla X se ha disuelto. ¿Y qué? Ya sabemos que el profe X no está muerto y ya sabemos que los mutantitos volverán a reunirse de nuevo y superarán el bache. Como siempre. ¿Y para este viaje hacían falta tantas alforjas? ¿Volvemos otra vez a planteamientos que se mostraron ya más que agotados en los 90? ¿No es tremendamente frustrante soltar la pasta mes tras mes para volver a leer las mismas historias una y otra vez, y otra vez, y otra, y otra, y otra más…?

El caso es que para mi la opción lógica sería pasar completamente del genero superheroico americano y saltar definitivamente al manga. ¡Pero es que con el manga tampoco tengo temas de los que hablar o escribir en el blog! Y esto se debe a que actualmente las series que colecciono salen en España de ciento en viento. Igual en todo un año tienes un par de números y gracias. Lo que me deja como aficionado del cómic en la siguiente disyuntiva: Si quiero leerme algo este mes voy a tener que tragar con lo de siempre, pero condimentado con un buen montón de humo (y encima humo deconstruido, que es ese que inventó el Adriá, que cuesta muy caro y no sabe a nada), pero si me quiero leer algo nuevo o que realmente me parezca interesante, entonces me toca esperar meses y meses (e incluso años) a que los japoneses saquen tomo en Japón y este luego vea por fin la luz en España. ¿Qué opción me queda pues? ¿Pasarme al gafapastismo y empezar a leer europeo? ¿Dejar definitivamente los cómics? ¡Pues vaya panorama!