lunes, diciembre 12, 2005

Alter de Cine: Las Crónicas de Narnia.

Países: USA.
Año: 2005.
Duración: 140 min.
Género: Aventura, fantasía.
Dirección: Andrew Adamson.
Guión: Ann Peacock, Andrew Adamson, Christopher Markus.
Producción: Mark Jonhnson y Philip Stever.
Música: Harry Gregson-Williams.
Fotografía: Donald McAlpine.
Estreno en España: 7 Diciembre 2005.

Me gustan los cuentos de hadas, tengo que reconocerlo, pero me gustan los cuentos de hadas “adultos”. No soporto los cuentos infantiles y especialmente detesto la versión Disney, edulcorada y pueril de los cuentos clásicos. No aguanto sus cancioncillas, sus princesitas, sus animalitos parlanchines, sus villanos de chiste o su moralina. Esto ultimo es lo peor. Detesto los cuentos con moraleja y mucho me temo que esta Narnia es uno de esos cuentos, en los que los niños buenos obtienen su recompensa y los que se portan mal son castigados. La verdad es que no se de que me sorprendo. Acudí al cine conociendo de antemano que el profesor C. S. Lewis lo que pretendía en su día, con sus cuentos de Narnia, era crear una alegoría del cristianismo, entendible por niños muy, muy pequeños. Tiene todo lo que podría gustarle a un niño menor de 6 años: animalitos parlantes, faunos con paraguas que te invitan a tomar el té, brujas malas que tientan a los niños con dulces y, por si no quedaba suficientemente claro que esto es un cuento para críos, también contamos con la presencia de Papa Noel. Como lo oyen. Narnia está bajo el embrujo de la Bruja Blanca, por lo que en Narnia siempre es invierno y nunca Navidad. ¿Y como llega la Navidad a Narnia? Pues con Papa Noel y sus regalos... llegados a este punto, yo ya había perdido cualquier tipo de interés por la película y eso que a mi me encanta la fantasía. Cuando la pequeña Lucy descubre por primera vez el armario que lleva al mundo mágico de Narnia, no podía evitar comparar la escena con Alicia a través del espejo, cuando la pequeña Alicia se pregunta que mundo maravilloso existirá más allá del espejo. ¡Qué lastima que el mundo inventado por C. S. Lewis tenga poco o nada que ver con los mundos imaginados por Lewis Carroll! El profesor Tolkien, amigo personal de C. S. Lewis, fue de los primeros en leer los borradores de Narnia y le mostró claramente su disconformidad con lo infantil del relato. Si acuden al cine esperando encontrar otro Señor de los Anillos, desengáñesen ya. Narnia no tiene absolutamente nada que ver con la Tierra Media.

Lo único reseñable de esta Narnia es la excelente labor que los animadores gráficos han realizado con los animales parlantes, como Aslan el león o los lobos secuaces de la bruja. Están magníficamente realizados. Son muy realistas. Ya quedaron atrás los tiempos en que el pelaje animal realizado por ordenador parecía estropajo. La melena de Aslan resulta autentica en todo momento. Lastima que el resto de criaturas de Narnia realizadas por efectos especiales no estén a la misma altura que Aslan. Los minotauros, por ejemplo, son animatrónicos y se nota mucho. Resultan falsísimos. Otro ejemplo es el detestable maquillaje de los cíclopes. ¿Tanto costaba realizar a todas estas criaturas por ordenador?

Lo mejor: El león Aslan.

Lo peor: Papa Noel.

¿Por qué determinados medios de comunicación se empeñan en comparar las Crónicas de Narnia con la saga de Harry Potter cuando resulta tan evidente que no tienen nada en común?